Epilepsia en perros: Causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento

epilepsia canina

La epilepsia es un trastorno de origen neurológico y de evolución crónica. Afecta a un 3 % de los perros y y es una enfermedad que lo acompañará durante toda su vida, aun cuando hay uno 10% de los canes afectados que se recuperan ya sea por un tratamiento o de manera espontánea. Su manifestación son los ataques epilépticos que son convulsiones repetitivas e involuntarias. El tratamiento se basa en el uso de fármacos antiepilépticos.

Esta convulsiones pueden ser generalizadas cuando aparecen sacudidas o espasmos en las cuatros extremidades y hay pérdida de la conciencia o pueden ser focales, cuando las convulsiones esta acotadas a partes del cuerpo, puede ser que haya espasmo en sólo una extremidad o en la cara por ejemplo.

¿Qué ocurre en un ataque epiléptico?

Las convulsiones involuntarias generalizadas se producen por una actividad eléctrica anormal en el cerebro del perro. Existe una despolarización espontánea de las células nerviosas, ya sea por que falla los mecanismos de inhibición o por un sobreexcitación de la célula nerviosa. Es decir que se producen señales anormales sobre el sistema nervioso central, este se sobre estimula y se producen espasmos musculares en distintas zonas del perro.

Aunque parezca contradictorio, hay más episodios de ataques durante la noche, se cree que algunas neuronas durante las horas de descanso se vuelven más excitables o sensibles y se despolarizan causando ataques epilépticos.

Fases de los ataques epilépticos:

Existen 4 fases y no todas están presentes en un ataque epiléptico. Casa fase tiene sus síntomas específicos.

Prodrómica:

Esta fase antecede a las convulsiones, se manifiesta con un estado de intranquilidad del perro y puede durar muy poco, desde unos pocos minutos o extenderse por varios días. Está presente en el 10 % de los perros con epilepsia.

Aura:

Esta fase antecede al ataque epiléptico y es una convulsión focal, supeditada a una parte del perro que se generaliza rápidamente y se transforma en convulsiones generalizadas. Esta fase dura entre segundos y pocos minutos e implica una alteración conductual, sensorial, motora y autonómica.

Ictal:

Es la fase convulsiva propiamente tal, es autolimitante, y puede durar desde segundos a minutos. Las convulsiones son en su mayoría generalizadas, pero también pueden ser parciales.

Post-ictal:

Es la fase que viene inmediatamente después de que terminan las convulsiones, puede durar horas o días. El perro por lo general está desorientado y cansado, hay cambios conductuales y ataxia. En ocasiones hay anormalidades neurológicas que se manifiestan con sordera y ceguera temporal. En menos casos hay conductas agresivas.

Síntomas de la epilepsia en perros

Los síntomas varían según la zona afectada del cerebro y se clasifican según el tipo de convulsiones que producen.

Síntomas convulsiones focales:

Los espasmos y convulsiones se circunscriben a un área determinada, esto porque está afectada la mitad del cerebro. Los síntomas depende del esa área en específico que está afectada y la intensidad de la estimulación muscular, así podemos encontrar manifestaciones como parpadeo rítmico, contracciones de una extremidad, giros de cabeza constantes, contracciones en el lomo y faciales, entre otras. También podemos tener síntomas de funciones autónomas, como pupilas dilatadas, vómitos y diarrea, salivación excesiva, etc.

Algunos perros manifiesta síntomas relacionados a cambios conductuales, como ansiedad, intranquilidad, miedo sin causa, etc.

Síntomas convulsiones generalizadas:

Se producen de forma generalizada porque ambos hemisferios del cerebro están afectados. Hay síntomas de funciones autónomas como micción y defecación, salivación excesiva y por lo general el perro pierde la conciencia.

Los espasmos musculares ocurren de manera generalizada y en ambos lados del cuerpo, pueden ser tónicos cuando provocan una rigidez del musculo, clónicos cuando hay contraciones rítmicas involuntarias de los músculos y tónico-clónicos o mioclónicos que es una mezcla de los dos anteriores, y se observan como tirones musculares esporádicos.

En casos menos frecuentes las convulsiones puede ser atónicas, en otras palabras, que no hay espasmos o contracciones musculares, y se produce una pérdida del tono muscular, de manera que el perro queda sin fuerzas.

Síntomas convulsiones focales que pasan a generalizadas:

Está es la forma en que se manifiesta el ataque epiléptico más común en perros, parte con una convulsión focal, en un área determinada, y muchas veces esta convulsión primaria pasa inadvertida y rápidamente se transforma en una convulsión generalizada, convulsión secundaria.

¿Cuáles son las causas de un ataque epiléptico en perros?

No es tan fácil encontrar las causas de los ataques epilépticos, de ahí que la mayoría de los perros queden diagnosticados con epilepsia idiopática, es decir que no se ha podido determinar la causa de la epilepsia.

En términos generales se clasifican las causas en 4 según su origen.

Idiopatica:

Representa al 49% de los casos de epilepsia en perros, y normalmente se manifiesta entre los 6 meses y 6 años de edad. En este caso, la causa de la epilepsia no se puede determinar.

Epilepsia primaria:

Es cuando se logra encontrar un origen hereditario, es decir se puede establecer la existencia de ataques en los progenitores del perro que está afectado.

Origen intracraneal:

En la mayoría de los casos se producen por neoplasias o procesos inflamatorios en el cerebro del perro. También procesos degenerativos neuronales o vasculares causan ataques epilépticos.

La epilpesia puede ser causada por agentes virales como el del moquillo canino (distemper), por patologías como la meningoencefalitis granulomatosa o un accidente cerebrovascular.

Dentro de las causas con origen intracraneal hay que mencionar que los traumas craneales en el perro, aumenta la presentación de este cuadro clínico.

En ocasiones se puede determinar que hay una anomalía cerebral, entonces la epilepsia es de origen intracraneal, pero no se puede detectar el daño que produce esa anomalía, entonces se clasifica como epilepsia estructural. Todo esto mediante un MRI o análisis de líquido cefalorraquídeo.

Origen extracraneal:

La mayoría de los casos son por intoxicación con metaldehído, componente usado en veneno para caracoles (molusquicida) y también por otros venenos e insecticidas. Otra causa extracraneal que podemos mencionar como causa de origen extracraneal a la encefalopatía hepática por un shunt portosistémico, en este caso el hígado no es capaza de eliminar las toxinas en sangre produciendo un deterioro de la función cerebral.

Frecuente se da por hipoglucemia, es decir cuando cae el nivel de azúcar en sangre, a un nivel más bajo de lo normal. Esto también puede ocurrir por una sobredosis de insulina.

¿Cómo se diagnostica la epilepsia?

Lo primero que hará el veterinario es ver si realmente el evento o eventos sufridos por nuestro perro son compatibles con una crisis epiléptica, todo lo determina haciéndonos preguntas, y poder hacer un historial clínico, proceso llamado anamnesis. Posteriormente mediante exámenes buscará la causa de esa epilepsia.

  • Anamnesis
  • Examen físico
  • Examen neurológico
  • Hemograma y perfil bioquímico.
  • Ecografías abdominal y radiografía de tórax
  • Estudio del líquido cefalorraquídeo
  • PCR descartar virus
  • Examen de ADN para enfermedades genéticas.

¿Cuál es el tratamiento de la epilepsia canina?

En la actualidad la epilepsia no tiene cura, pero si un tratamiento paliativo que busca mejorar la calidad de vida del perro. El objetivo es reducir las crisis epilépticas y sus signos clínicos, todo esto gracias la farmacoterapia antiepiléptica, que bien aplicada normalizará la vida del perro y del dueño.

La finalidad es disminuir la severidad, duración y frecuencia de los ataques epilépticos.

La terapia contra la epilepsia canina comprende el compromiso total del dueño para tener éxito. Primero tiene que entender que es un enfermedad crónica, por lo que requiere de su tiempo, compromiso emocional y dinero. y lo segundo es que independiente de todo lo que hagamos, el pronóstico no es fácil de establecer.

Los fármacos antiepilépticos más usados son el fenobarbital y en segunda instancia el bromuro de potasio. Existe la levetiracetam, zonisamida y gabapentina pero no se comprobado que sean mejor que los otros dos, y son más costosos.

Se debe ir evaluando la terapia para ver que ha pasado en cuanto a la frecuencia, intensidad y duración de los ataques epilépticos y medir los niveles de los fármacos en sangre. Además realizar perfiles bioquímicos y análisis de sangre, para ver los efectos secundarios e ir ajustando la dosis según esto y los resultados obtenidos.

Estudios en perros han determinado que dietas basadas en triglicéridos de cadena media ayudaban a reducir la frecuencias de las crisis epilépticas.

Se debe concluir que un perro que padece de epilepsia puede llevar una vida con un nivel aceptable en cuanto a su calidad, siempre y cuando exista el compromiso real del dueño. El deberá poner mucho de su parte para que el tratamiento sea exitoso.

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POR:
MDV. BRUNO CANEPA

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